WASHINGTON (25 de febrero de 2020)—Las compañías de servicios de transporte a través de app como Uber y Lyft han registrado un crecimiento exponencial en un breve período de tiempo. La expansión de estos servicios está cambiando el transporte, pero ese crecimiento rápido conlleva riesgos significativos.
Según el informe de la Unión de Científicos Conscientes (UCS, por sus siglas en inglés) titulado “Arriesgan al clima las apps de transporte: Cómo guiar a una industria creciente hacia un futuro con transportes limpios”, el uso creciente de estos servicios de transporte está aumentando las emisiones de carbono. Los servicios de transporte emiten casi un 70 por ciento más emisiones que los viajes que reemplazan. Este aumento importante en las emisiones se debe en parte al mayor número de millas que el conductor circula esperando un pedido de viaje o recogiendo a un pasajero. Además, los servicios de transporte suelen reemplazar medios de transporte que emiten menos carbono, como el transporte público, caminar o andar en bicicleta, que de lo contrario los consumidores podrían haber utilizado. Según UCS, aún cuando se compara el transporte a través de app con el transporte en vehículos privados, los viajes no compartidos producen un promedio de casi 50 por ciento más emisiones. Ya que a nivel nacional los servicios de transporte están realizando más viajes que los taxis, el crecimiento de los servicios de transporte ha contribuido directamente a la mayor contaminación local y ha exacerbado la congestión en las zonas urbanas densas.
“A pesar de estos hallazgos preocupantes sobre sus impactos climáticos, los servicios de transporte todavía tienen el potencial de formar parte de un futuro más limpio y con menos emisiones de carbono”, dijo Don Anair, subdirector del programa de Vehículos Limpios y autor principal del informe. “Podemos reducir los riesgos climáticos de los servicios de transporte a través de app con la electrificación de los vehículos y el mayor uso de viajes compartidos”.
Según el informe de UCS, un viaje compartido a través de las apps de transporte producen emisiones similares a las de un viaje en vehículo privado. Un viaje en vehículo eléctrico a través de los servicios de transporte podría bajar las emisiones por un 50 por ciento comparado con el viaje corriente en vehículo privado. Un viaje compartido en vehículo eléctrico a través de app de transporte podría reducir las emisiones por un 70 por ciento en comparación con el viaje corriente en vehículo privado.
“La responsabilidad del cambio corresponde en primer lugar a las compañías mismas de servicios de transporte”, dice Jeremy Martin, científico principal y director de la política de combustibles de UCS. “Las compañías de apps de transporte deberían tomar medidas para reducir las emisiones, ofreciéndoles apoyo a los conductores para conseguir un vehículo eléctrico, aumentando los viajes compartidos y promoviendo modos de transporte más limpios como el transporte público, caminar y andar en bicicleta donde sea posible. Las compañías de servicios de transporte deberían trabajar para asegurar que sus servicios estén complementando, no reemplazando, estas opciones de menos carbono”.
Los expertos de UCS recomiendan que las compañías promuevan el uso de vehículos eléctricos al ofrecer tasas de arrendamiento más atractivas a los conductores que arriendan vehículos eléctricos. También sugieren que las compañías colaboren con compañías eléctricas para aumentar el acceso a estaciones de carga más convenientes para los conductores de servicios de transporte. También podrían promover los viajes compartidos ofreciendo descuentos y haciéndolos más económicos.
Lyft y Uber han tomado medidas para empezar a hacer frente a los impactos climáticos que causan sus servicios. Por ejemplo, el otoño pasado Lyft anunció un programa en Denver para utilizar 200 vehículos eléctricos en su servicio de transporte. A través de su iniciativa de electrificación, Uber anunció incentivos de hasta $20 por semana en algunas ciudades. Ambas compañías están colaborando de varias maneras con agencias de transporte, incluyendo proyectos piloto para ayudar a la gente a viajar a paradas de transporte público e incluir información de transporte público en sus apps. Lyft también ha presentado una iniciativa de compensación de carbono, aunque programas como éste no sustituyen la reducción de las emisiones y la congestión. Estas compañías tendrán que hacer un mayor esfuerzo para reducir de manera importante las emisiones y la congestión que producen los servicios de transporte.
“El crecimiento rápido de las apps de transporte lleva a que las ciudades se apuren para mantenerse a la par con ellos y hay mucho que hacer para implementar políticas efectivas que abordan la contaminación y congestión”, dijo Martin. “Los formuladores de políticas públicas deberían asegurar que las compañías de las apps de transporte tomen medidas para reducir su impacto ambiental y asegurar que la gente tenga opciones de transporte asequibles, razonables, seguras y limpias. Una política pública que las ciudades y los estados deberían considerar son tarifas reducidas para los viajes compartidos, los viajes en vehículos eléctricos y los viajes en ambos. También se debería considerar programas de incentivos para los vehículos eléctricos y la infraestructura de recarga, normas de contaminación para las compañías y mayores inversiones en el transporte público”.
El informe sugiere que, aunque las compañías de servicios de transporte a través de app y los formuladores de políticas públicas tienen la mayor responsabilidad de limitar los impactos negativos de los servicios de transporte, los individuos pueden poner de su parte. Las mejores elecciones para el ambiente incluyen viajar por transporte público, caminar, o andar en bicicleta donde sea posible. Además, cuando se esté usando el servicio de transporte, sería una buena alternativa escoger un viaje compartido cuando esté disponible o utilizar el servicio para llegar a una parada de transporte público. Elegir un viaje en vehículo eléctrico también es una buena opción, aunque solo se ofrece esa opción en pocos mercados, como el de Seattle.
“Los servicios de transporte siguen creciendo y, por lo tanto, las compañías de transporte como Lyft y Uber, los formuladores de políticas públicas y los consumidores necesitan tomar decisiones inteligentes para guiar el servicio de transporte hacia una dirección más limpia”, dijo Anair. “Los servicios de transporte pueden ser parte de un sistema de transporte de bajo carbono. Pero no puede lograrse sin que estas compañías y los formuladores de políticas públicas tomen acciones significativas”.